Segunda parte de la crónica del festival l’Alternativa. ¡En esta crónica me he dado cuenta que vi muchísimos cortos y también descubrí muchísimos títulos nuevos y autores! Así que empecemos otra vez.

Comencé la semana llegando con mucha antelación al festival, justo antes de la proyección. Me senté en el hall, donde proyectaban algunos microcortos. Vi varios de ellos, y me sorprendió la ternura que transmitían. Me dejé llevar por el disfrute mientras esperaba la proyección principal. Mientras tanto, reflexionaba sobre cómo el día anterior había entrevistado a Ben Rivers, algo que aún no terminaba de asimilar, y pensaba en la entrevista que tenía programada al día siguiente, para la cual apenas había tenido tiempo de prepararme. Sumido en mis pensamientos, soñando despierto, de repente me di cuenta de que estaba llegando tarde a la proyección.

Entré en el auditorio del CCCB para ver el díptico Fauna y Flora. Tenía bastante miedo al entrar, ya que no había visto ninguna película de Nicolás Pereda y temía que no me gustara. Pereda apareció para presentar la película; aunque no habló mucho, logró calmar mis prejuicios. Primero proyectaron Flora, un corto que acompaña a Fauna, la película principal. El corto me entusiasmó enormemente: establecía un diálogo con el género de las películas de narcos. Ese juego metanarrativo captó profundamente mi atención, y la fotografía, igualmente hipnótica, terminó de conquistarme.

A continuación, proyectaron Fauna. Solo puedo decir que fue una sorpresa increíble. El público no paraba de reírse a carcajadas. Lo que más me fascinó fue esa narrativa geométricamente partida que propone Pereda. Es un autor que disfruta jugando con su cine y sabe transmitir esa diversión. Me encantó su reflexión sobre los actores y el mundo del cine. Además, parece trabajar con pocos recursos, pero logra crear un universo lleno de juegos y conceptos que invitan a ser explorados.

Si tuviera que señalar una pega, sería el final. Hay un gesto de secretismo que me pareció un tanto pretencioso, aunque no llegó a arruinar la experiencia. Me encanta la comparación que han hecho de Pereda como el «Hong Sang-soo mexicano». Esa narrativa fragmentada y el uso de recursos limitados refuerzan esa conexión. Los directores que, como ellos, juegan tanto con sus películas y aprovechan al máximo sus limitados medios son realmente dignos de estudio.

Realmente Pereda se merece que le dedique más atención, ya que fue una de las sorpresas más gratificantes del festival.

Fauna

Al día siguiente, vi Una sombra oscilante de Celeste Rojas Mujica. Cuando entré y descubrí que se trataba de una película de análisis fotográfico y fílmico, esta captó por completo mi atención.

Rojas Mujica nos habla de cómo su padre tomó fotografías durante la dictadura chilena. Ella busca recuperar esas imágenes tan personales para convertir su individualidad en algo colectivo, mostrando al público el poder de unas fotografías que, aunque inicialmente parecen íntimas, terminan reflejando la experiencia de toda una generación. La película es un videoensayo en toda regla: expone de manera transparente su formato analítico y está repleta de reflexiones profundamente vigentes en nuestros días. Es fascinante pensar cuánta historia puede habitar en una sola fotografía.

El videoensayo – a pesar de que se echa de menos algo de contexto en él – logra transportarte a las calles de Chile, haciéndote vivir una dictadura que parece sacada de otro mundo. Me encantó cómo Rojas Mujica analiza incluso los niños que juegan en un parque; detalle a detalle, va tejiendo una narrativa. Este fascinante retrato y diario fotográfico es un ejercicio profundamente reflexivo sobre la memoria histórica y fotográfica, aunque por momentos se pierde en su discurso,

Festivales: crítica de "Una sombra oscilante", de Celeste Rojas Mugica  (Valdivia) - Micropsia

Al día siguiente me sentí mal repentinamente y no pude asistir a la proyección que tenía programada en mi calendario. Sin embargo, un día más tarde y ya recuperado, pude ver bastante material.

Comencé con la tercera parte de cortos internacionales del festival. He de decir que, en esta tercera parte, vi unos nueve cortos, y todos resultaron increíblemente recomendables.

Si tuviera que destacar algunos, empezaría con Mars de Yann Les Jours. Este corto, literalmente de un minuto, fue sorprendentemente divertido. El director comentó que lo hizo para que le financiaran una película, aunque no ganó, y ahora trabaja en un bar donde, curiosamente, todos sus compañeros estudiaron cine. A pesar de su brevedad, el corto fue hipnótico, y me dejó con ganas de explorar más obras de este director, que claramente tiene mucho que decir.

Luego vi Descent de Syd Farrington. Este corto me pareció fascinante. A través de rápidos movimientos de cámara, se genera una especie de abstracción de los edificios. Hay momentos que llegan a marear y generar vértigo, como si cayeras inevitablemente desde esas estructuras filmadas desde la distancia. Este tipo de abstracción no lo había visto antes y me recordó a las técnicas de cámara rápida que solían usar en el movimiento underground de Nueva York.

L'Alternativa 2024 - Oficiales - Descent

Posteriormente, vi Où sont tous mes amants de Jean-Claude Rousseau. El nombre del cineasta me sonaba, y no por el filósofo, sino porque recientemente había leído bastante sobre él. El corto era de una simplicidad desconcertante: un hombre camina por el bosque mientras silba. La primera vez lo hace de día; la segunda, al anochecer. Lo menciono porque me hipnotizó su sencillez y me dejó con ganas de descubrir más sobre este director que comparte nombre con un ilustrado.

Où sont tous mes amants ? • Cinéma du Réel

Finalmente, vi mi corto favorito del festival: Nothing We Can Say Can Change What We’ve Been Through de Francesca De Bassa. Es un corto de un minuto que, de forma increíble, logra transmitir todo el sentimiento de la depresión. Es fascinante lo que De Bassa consigue: a través de diferentes estilos de animación, construye un universo entero sin necesidad de palabras, solo con ilustraciones y sonidos. Verlo en pantalla grande fue una experiencia única. Es hipnótico, lleno de una belleza cautivadora que solo pocos artistas podrían lograr en un minuto.

L'Alternativa 2024 - Official - Nothing We Say Can Change What We've Been  Through

Posteriormente a los cortos, vi Apple Cider Vinegar de Sofie Benoot. Era una de las películas más esperadas del festival, ya que había leído numerosas críticas positivas sobre ella. Sofie Benoot aborda un aspecto aparentemente irrelevante en nuestros días, pero esencial para nuestra existencia: las piedras. A través de un hipnótico ensayo cinematográfico, plantea preguntas ecológicas urgentes y lleva al espectador en un viaje que conecta a trabajadores de canteras palestinas con un apasionado geólogo británico, entre otros personajes.

El documental es algo peculiar, pero de una belleza abrumadora. La fascinación por las piedras es un elemento que me encantó de la película. Hay una intención admirable de transformar algo aparentemente insignificante en algo profundamente interesante. Este enfoque logra que el espectador vea el mundo desde una perspectiva completamente diferente.

Sin embargo, es una pena que el discurso ecológico no aporte nada particularmente nuevo. Tuve la sensación de que se repetían ideas ya muy presentes en la mente de los espectadores. No es que el tema en sí sea aburrido, sino que existen maneras más innovadoras de abordarlo. A pesar de esto, la película consigue sumergirte en un mundo aparte, y tanto el uso de la música como la voz de la narradora logran crear un documental que escapa de los esquemas convencionales.

Apple Cider Vinegar' Debuts Trailer Ahead of Visions du Réel Premiere

Al día siguiente, seguí el consejo de Isaki Lacuesta y fui a ver Les trois couronnes du matelot de Raúl Ruiz, una película que el director catalán me había recomendado descubrir. Puedo afirmar que pronto entraré en mi fase de obsesión con Raúl Ruiz, porque, como dijo Lacuesta, Ruiz es uno de los cineastas más innovadores que jamás podremos ver.

La narrativa de esta película es una constante locura. Un marinero relata toda su historia a un joven, y este relato es un juego continuo en el que nunca sabes si está diciendo la verdad o simplemente burlándose de nosotros. A través de errores de continuidad intencionados, un uso deslumbrante del color y escenas que evocan al siempre presente Miguel Gomes, Raúl Ruiz crea una obra realmente especial, digna de ser analizada y estudiada.

Lo que más me fascinó de la película es cómo convierte al espectador en cómplice. Todo lo que aparece en pantalla es inverosímil, pero la magia está en creerlo. Ese salto de confianza que Ruiz nos propone no es algo que cuestione, sino que nos anima a aceptar, porque sin él nos perderíamos muchísimas cosas. Es una experiencia única, y el juego que sugiere es increíblemente divertido. La poesía visual de Raúl Ruiz es algo que parece venir de otro mundo, verdaderamente extraordinaria.

Les Trois couronnes du matelot de Raoul Ruiz en VoD - LaCinetek

El viernes terminé viendo los cortos de Isaki Lacuesta. ¡Qué sorpresa de cortos! Isaki Lacuesta es un autor que, desde sus inicios, ya demostraba ser un verdadero maestro en el arte del cortometraje. Es evidente que disfruta experimentando, y parece que se divierte muchísimo creando estos trabajos.

El corto que más me gustó fue Microscopías, una obra que se centra en la observación microscópica de diferentes objetos y sus texturas. Es fascinante cómo esas texturas microscópicas parecían casi palpables en la pantalla, como si realmente pudieras tocarlas. Me encanta cómo Lacuesta supera todas las expectativas que podamos tener sobre él. Puede dirigir películas accesibles para todos los públicos y, de repente, sorprendernos con un corto experimental que rompe por completo los esquemas preconcebidos que teníamos sobre su estilo.

L'Alternativa 2024 - Paralelas - Microscopías

Después de esta serie de cortos, asistí a la ceremonia de premios. Fue un momento realmente divertido y conmovedor; es increíble lo que logra este festival. Esos premios y ese amor tan genuino por el cine no se encuentran en cualquier lugar. Todo un equipo trabajando con dedicación para compartir un cine que une y transforma. Los ambientes de comunidad, las expectativas y la celebración de algo tan hermoso son aspectos que realmente destacan de este festival. Ver a los críticos mezclándose entre la multitud, a los creadores sentados con la ilusión de recibir un premio, y a todos agradeciendo con discursos tan emotivos y sinceros, fue algo verdaderamente especial.

Más tarde llegó la fiesta de despedida, ese momento mágico en el que todo el mundo parece conocer a todo el mundo. Allí estuve charlando con Ignasi Franch, un profesor mío de crítica cinematográfica que tuve este verano. Pasamos horas conversando, compartiendo ideas y anécdotas. Estos encuentros, esta posibilidad de conocer, reconocer y compartir, son cosas que solo pueden surgir en este festival. Es un espacio donde el cine trasciende la pantalla y se convierte en un puente para conectar a las personas. Verdaderamente inolvidable.

GRAND TOUR | Festival de Cine de Sevilla

Mi última y, verdaderamente, más significativa cita del festival fue con Grand Tour de Miguel Gomes. No sé cómo expresar con palabras lo que representa un film como este. Intentar resumir Grand Tour en diez líneas sería casi un insulto para la película. Para mí, Grand Tour podría ser la obra más monumental del año, mi biblia y una nueva manera de entender la vida. Es todo lo que está perfecto en el cine.

Lo que Miguel Gomes logra con esta película trasciende cualquier descripción; será necesario tiempo, quizá años, para encontrar las palabras adecuadas que expliquen lo que realmente significa Grand Tour para 2024. Esta obra respira cine, vive del cine y encapsula todo lo que el cine ha sido, apareciendo como un homenaje y un renacimiento. Gracias, L’Alternativa, por traernos Grand Tour. Es una fusión única de todo el cine de aventuras, el cine-diario más primitivo y la historia del cine en su totalidad, pasando por Murnau, Hawks, Zulawski y Akerman.

Por eso, siento que necesito más tiempo y reflexión para procesar Grand Tour. Es, sin lugar a dudas, mi película favorita del año. Amo a Miguel Gomes en toda su magnitud, y amo a l’Alternativa por conseguir esta joya para el cierre del festival. Lloramos al ritmo de «My Way» por el milagro que es Grand Tour.

El cine ha ganado, Portugal ha ganado y l’Alternativa también. Hasta el año que viene.

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