Segundo top 10 de Blockbuster Keaton y vamos con las mejores películas del estudio A24. Una marca que parece haberse convertido en sello de calidad y cine de autor en los poco más de 10 años que lleva operando en Estados Unidos. Desde A24 han apostado por grandes autores y grandísimas películas, y el equipo editorial de este nuestro humilde blog hemos elegido 10 para que os podáis pegar un atracón de buen cine de autor contemporáneo.
Algunas películas que se han quedado fuera de la lista por poco y que merecen nuestra mención especial son: Midsommar (Ari Aster, 2019), Eighth Grade (Bo Burnham, 2018), La zona de interés (Jonathan Glazer, 2023) o Ex Machina (Alex Garland, 2015).
10. Marcel, la concha con zapatos (Dean Fleischer-Camp, 2022)
Marcel, la concha con zapatos es un entrañable relato sobre un documentalista que sigue a una concha llamada Marcel que está intentando encontrar a su familia. Esta historia mezcla el stop motion con imágenes reales y nos presenta a un personaje adorable y entrañable con el que acabas conectado pese a ser… pues eso, una concha. La cinta trabaja de forma impecable, no tan solo la imagen, sino también el doblaje. Jenny Slate (en la versión original) brilla como Marcel y eleva el carisma del personaje. El largometraje tiene momentos muy cómicos, pero también consigue que te emociones y sufras por esta pequeña concha marina. Es una de las apuestas más interesantes de la animación en los últimos años, dada su mezcla de estilos y géneros, y la forma en la que entiende los límites del formato.
Ruth Recasens
9. A Ghost Story (David Lowery, 2017)
Nunca pensé que, el aún por juzgar Casey Affleck, irreconocible con una sábana encima, haciendo de fantasma me haría estremecer tanto. Ni que una película que, cuando salió, parecía la octava modernez de turno insufrible tuviera un acabado que te deja tan frágil y me hiciera cambiar la visión que tenía sobre A24. Una película con apenas diálogos, que muestra todo el dolor a partir de las miradas de dos fantasmas desde sus respectivas casas mirándose por la ventana. No es una película con historia compleja ni diálogos ocurrentemente tristes. Es una película de sensaciones, muy expresiva dentro de la neutralidad de la sábana. Y eso que parecía un sketch de SNL cuando se anunció en 2016, después del éxito de Manchester frente al mar.
Sergi Gilabert
8. El faro (Robert Eggers, 2019)
El faro es la cristalización de la fantasía expresionista de Robert Eggers, al menos hasta que estrene Nosferatu. Un descenso a la locura construido a partir de aislar a dos maníacos en una isla en la que solo hay, en efecto, un faro. Robert Pattinson y, sobre todo, Willem Dafoe, establecen un «tour de force» de interpretación física en un blanco y negro tan saturado que uno puede adentrarse en las arrugas de Dafoe como su personaje lo hace en la enajenación.
Como los marineros que se ven obligados a olvidar el mundo cuando llevan demasiado tiempo en alta mar, los dos fareros se encierran en un microcosmos en el que las gaviotas son sirenas y el alcohol es el único aire respirable. Desconcierto, puesta en escena y locura en su máximo esplendor.
Gerard Garrido
7. Diamantes en bruto (Bennie Safdie & Josh Safdie, 2019)
«Veo cine para sentir emociones nuevas y complejas, quiero experimentar el mundo a través de los ojos de esa persona que nace cuando sumas las visiones de todos los miembros de un rodaje»
Bien por ti, yo veo cine para sentir ANSIEDAD y ESTRÉS. Y Diamantes en bruto es perfecta para ello.
En su día se movió mucho como «la peli de Adam Sandler haciendo un papel dramático» (una sobre-simplificación de la película, de la carrera de Adam Sandler y de lo que implica un papel dramático), pero el tiempo la ha colocado como una de las mejores películas de A24. (El tiempo y nosotros). Una propuesta tan singular como su protagonista, con un ritmo apabullante, una tesis clara y cristalina (jeje) desde su primer plano y un final tan sorprendente como inevitable. Película increíble si tienes un día tranquilito y te apetece arruinártelo por ninguna razón en concreto.
Además cuenta con una banda sonora sublime, escuchar su tema principal mientras visitaba una catedral es lo más cercano que he tenido a una experiencia religiosa.
Francho Calahorra
6. Climax (Gaspar Noé, 2018)
Climax es una de esas películas difíciles de catalogar. Es, ante todo y al igual que el resto de la filmografía de Gaspar Noé, una experiencia audiovisual hipnótica y propensa a crear reacciones viscerales en el espectador.
Su trama es sencilla: un grupo de jóvenes bailarines se reúnen en un edificio aislado para ensayar, pero su noche de celebración se convierte rápidamente en un infierno cuando descubren que su sangría ha sido aliñada con LSD. A partir de esta premisa, la cinta desciende en una espiral de psicodelia pesadillesca que atrapa por los sentidos y que hace gala de las filigranas cinematográficas más conseguidas y cohesivas de la carrera de su autor.
Todo su elenco de protagonistas está compuesto por bailarines – actores no profesionales en su gran mayoría. Esto le aporta un punto de autenticidad al cast y da lugar a un par de las escenas de baile más espectaculares que se pueden ver en pantalla. Además, ya que la expresión corporal de los personajes forma gran parte de su caracterización, es un verdadero puntazo poder experimentar ese descenso a los infiernos que ellos viven a través de sus movimientos y su porte, tanto o más que a través de sus palabras y acciones.
Con todo, a través de la niebla alucinógena que envuelve la cinta, Noé nos quiere hablar aquí sobre las comunidades humanas y las grietas que las quiebran cuando sus fundamentos se ven alterados y sus cimientos desaparecen.
Serban Capraru
5. Vidas Pasadas (Celine Song, 2023)
La ópera prima de Celine Song es un relato sobre los límites del lenguaje (idiomático y humano) construido a través de un triángulo amoroso. Nora (Greta Lee), se rencuentra con un antiguo amor cuando él viene a visitarla a Nueva York desde Corea, donde se conocieron de niños. Este reencuentro despierta en Nora sentimientos que podrían comprometer su matrimonio con Arthur, un joven estadounidense.
La maestría de Lee está en no melodramatizar la historia buscando confrontaciones fuertes, sino tratando el conflicto con mucha sutileza. Los personajes son sensatos y no dicen todo lo que piensan, sino que muchas veces hablan a través de los silencios. La frontera entre personajes que genera el idioma es un reflejo de las diferencias culturales entre los dos mundos de Nora (y de Greta Lee). Toda la emoción contenida durante el metraje explota de forma elegantísima con un final catártico que consigue destrozar al más duro de los espectadores. Heredera natural de Breve encuentro (David Lean, 1946) y Los puentes de Madison (Clint Eastwood, 1995).
Gerard Garrido
4. The Florida Project (Sean Baker, 2017)
Esta semana resulta un poco más fácil encumbrar a Sean Baker, pues se ha llevado la Palma de Oro en el festival de Cannes. Y todos aquellos familiarizados con su filmografía sonreímos un poco más. The Florida Project resume muy bien lo que es Baker como cineasta. Sus películas son de temáticas duras y complejas, siempre alrededor del trabajo sexual y de personajes marginales, pero la empatía con la que trata a sus protagonistas convierte a The Florida Project en una de las feel-good movies que menos «good» te hacen sentir de la historia del cine.
La cinta relata el día a día de unos niños que viven en un motel a las afueras de Disneyland, y como los errores de sus jóvenes e inexpertas madres (a las que Baker no criminaliza) los llevan a vagar por polígonos dejados de la mano de Dios, donde solo transitan turistas y puteros. El único guía moral para los niños (menores y adultos) es un impresionante Willem Dafoe (que repite en este top) encarnando al conserje del motel.
Gerard Garrido
3. Todo a la vez en todas partes (Daniel Kwan & Daniel Scheinert)
Los Daniels se mueven por los multiversos mejor que cualquier película de Marvel. La película aborda temas profundos como la identidad, el amor, la pérdida y la búsqueda de significado. Estos temas resuenan con el público y provocan reflexiones más allá de la pantalla a las que el público quizás no está preparado para asumir. La dirección de arte y la cinematografía son impresionantes. Desde los vibrantes paisajes urbanos hasta los mundos oníricos, cada escena está cuidadosamente compuesta y llena de detalles visuales sorprendentes.
Las actuaciones son soberbias, quizás algunos no de Oscar (todos sabemos de quién hablo). Todo a la vez en todas partes es una película que no puedes dejar que otros te cuenten. Es para experimentarla, dejarse llevar por el festival de color, texturas y dimensiones que explota ante los ojos atónitos de la audiencia. Es un soplo de aire fresco en el género cinematográfico y una experiencia que te atrapa desde el primer momento.
Sergi Gilabert
2. Swiss Army Man (Daniel Kwan & Daniel Scheinert, 2016)
Señoras y señores, con todos ustedes Sus Majestades los Reyes Daniel Kwan y Daniel Scheinert. Después de que se conocieran en el Emerson College de Boston, los Daniels iniciaron su conjunta carrera cinematográfica oscilando entre capítulos de series y algunos cortometrajes y videoclips. Fue en 2016 cuando se lanzaron al mar y llegaron a la orilla en forma de cadáver de otro Daniel, en este caso, Daniel Radcliffe. El actor protagonista de aquella saga de magos de cuyo nombre no quiero acordarme quería reinventarse con tal de no ser encasillado. ¡Y vaya si lo hizo!
Dejando de lado la desternillante Guns Akimbo (Jason Howden, 2019), su papel como Manny en Swiss Army Man es su mejor papel fuera de Howarts y roza lo inexplicable. Para los ateos que no hayáis visto la película, solo os digo que es un cadáver que se tira pedos. ¿Y por qué no usarlo como barca a motor? Eso es lo que pensó Hank, un chico perdido en medio del Pacífico y a punto de suicidarse, encarnado por un (como siempre) brillante Paul Dano. Si os digo que esto solo son los primeros minutos de la película flipáis. Al final se trata de una película sobre la salvación, no la física sino la salvación mental, el encontrar a alguien que te entienda y te acompañe en tu vida. En los buenos y en los malos momentos. Esta bendita locura supuso un trampolín para la carrera de los Daniels, una carrera que no ha tocado techo aún habiendo marcado ya grandes hitos en la historia del cine.
Raul Navarro
1. Aftersun (Charlotte Wells, 2022)
Aftersun es desoladora y melancólica a partes iguales. Deja un vacío interior difícil de llenar por cualquier otra pieza audiovisual. La química entre los protagonistas -padre e hija- es impresionante, y la decisión estética de la película te lleva por donde a Charlotte Wells le place. La metáfora de la discoteca, la música incidental que poco a poco se convierte en música diegética que describe el dolor de los protagonistas, todo.
A medida que la trama avanza, la película nos obliga a buscar los detalles que se perdieron entre los momentos hermosos de la amistad entre padre e hija. Aftersun no solo es una historia de crecimiento personal para Sophie, sino también una exploración de la complicidad, el afecto y la pérdida. Los diálogos son sensibles y revelan los estados emocionales de los personajes, especialmente cuando Sophie se siente triste a pesar de un día alegre. Calum, por su parte, evita hablar de sus propios problemas internos, lo que añade capas de profundidad a la película.
Sergi Gilabert