El mes de agosto siempre ha sido el mes en el que más cine veo. Llego a mi pueblo y me apetece muchísimo mirar una gran cantidad de cine, tanta cantidad que quiero llegar a odiarlo. También cuando vuelvo a Barcelona sigo con esta ambición, y se consagra hasta los últimos días del mes. Así que en este artículo/crónica intentaré hacer un repaso de mi mes de agosto, sin muchas pretensiones, e intentaré describir experiencias propias que rodean este mes para mi persona, desde Varda, pasando por Mastroianni, Shin-Chan, Deadpool, Antonioni, y por supuesto, Hong Sang-Soo.
A de Año Varda
No es discutible, este año es el año Varda. No sólo porque haya tenido lugar en Barcelona una exposición genial sobre la directora, sino porque ha hecho recordar a toda la sociedad pretenciosa de la ciudad condal que Agnès Varda es el espíritu animal de cualquier joven con aspiraciones artísticas. La Filmoteca le ha dedicado una retrospectiva de (casi) todas sus películas. Mi favorita ha sido Jane B. par Agnès V (1988), un ejercicio lúdico entre Agnès Varda y Jane Birkin, donde se mezclan con Jean-Pierre Léaud, Magritte, Goya, Serge Gainsbourg y la próxima musa de Lars von Trier. Un juego tan artístico como emotivo.
B de Belle de Buñuel
A mi Buñuel no me entusiasmaba demasiado, pero este agosto me hice un doblete con Viridiana (1961) y Belle de Jour (1968). Las dos me parecieron obras maestras por igual, pero Viridiana se queda entre mis favoritas. Nunca había visto algo como Viridiana, y nunca había visto tanta mala leche hacia la religión desde que Milei se cagó en el Papa. La esencia del film reside en su dirección y el uso de imágenes simbólicas para crear un abanico de bellísimas secuencias que se quedarán en mi retina durante muchísimo tiempo. He de decir que he recobrado mi amor por Buñuel y es de admirar el juego que propone con el espectador. Además, he descubierto que Hong Sang-Soo recoge de Buñuel muchos motivos, cosa que no me esperaba, incluso leí una afirmación del director asiático que lo mencionaba.
C de Comunista Waterpolista
Me vi Palombella Rossa (1989) de Nanni Moretti. Solo quiero decir que es, absolutamente, mi cosa favorita que vi esa semana. Moretti personifica a Michele Apicella, un hombre que sufre un accidente de coche y no recuerda su pasado. Podría ser un melodrama sobre la amnesia y la ausencia del recuerdo (y de alguna manera se acaba convirtiendo en eso) pero resulta que Apicella es el presidente del partido comunista y también es waterpolista. Un viaje hacia el fondo de las aguas sobre el inconsciente de la comedia Morettiana donde se cruzan con Doctor Zhivago, Bruce Springsteen y unos personajes muy entrañables en una comedia muy interesante y digna de análisis.
D de Duelle
Hay muchas películas con duelos, pero solo hay una película donde la hija del sol tiene un duelo con la hija de la luna. En Duelle (1976), Jacques Rivette crea un revoltijo de ciencia ficción filosófica con un «crime-story» muy propio del cine negro. A través de una iluminación digna de los cielos y una fotografía propia del arte más romántico, Rivette nos cuestiona qué es ser humano. Sin duda, una obra muy admirable que hace que la saga de Star Wars se quede pequeña a su lado.
E de Eucaristía
La religión en el cine siempre ha sido un tema que me ha fascinado completamente. Así que inevitablemente me fascinó Todo Modo (1976), de Elio Petri. Situada en la Italia gobernada por el partido democristiano, los políticos van de retiro a un búnker religioso para hacer ejercicios espirituales y deshacerse de sus pecados de corrupción. Es una película divertidísima donde la religión converge con la política y habla muchísimo de la putrefacción e hipocresía de la iglesia, no es de extrañar que estos ejercicios religiosos sean obra de San Ignacio de Loyola, patrón de los Jesuitas (guiño, guiño).
F de Fengkuei
Millenium Mambo (2001) vino en una época de mi vida en que no la disfruté demasiado. Hou Hsiao Sien no me entusiasmaba, hasta que vi Los chicos de Fengkuei (1983) y me pareció una cosa de otro mundo. Unos jóvenes se intentan adaptar a la gran ciudad y sus constantes cambios. Me obsesioné con muchos de los planos de la película, y es tan bestialmente tierno sentir esta adaptación de los personajes a la gran ciudad, que hasta me cuestioné la mía propia. La escena en que van a un falso cine que les promete un timador me puso los pelos de punta.
G de Gomes
Miguel Gomes es uno de esos directores tan especiales en el panorama contemporáneo que era importantísimo visionar algo más de su filmografía. Al mismo tiempo, es un gran fanático del mes de agosto, y se observa a la perfección en Diarios de Otsoga (2021). Un film lúdico, que a través de una estructura circular, relata un rodaje con amigos en medio de la pandemia. Es una celebración del cine, donde el analógico deja respirar detrás de las mascarillas y donde los vínculos personales y fiestas constantes crearan un vínculo del todo emotivo como reconfortante.
H de Hong Sang-Soo
He hablado más de Hong Sang-Soo en este blog que de mí mismo. Hice otro intensivo para, así, acabarme su filmografía, y casi lo logro; me queda solo una, que es su primera, The day a pig fell into a well (1997). Visioné, sobre todo, sus primeros filmes y, aunque no sea tan amante de su cine en analógico, se pueden observar motivos que se exploraran en el futuro. Me leí el libro Tale of Cinema de Dennis Lim donde analizaba Tale of Cinema (2005) y me fascinó a niveles estratosféricos, además de demostrar que el cineasta surcoreano lo tendrá fácil para convertirse en uno de los cineastas más importantes de nuestro siglo.
I de Intensivo en la Filmoteca
Quería hacer un apartado apreciativo a la filmoteca de Cataluña por acogerme en tardes que no tenía mucho que hacer. Este verano ha sido muy movido y yo luchaba por ir a mi segunda casa de vez en cuando, y ahí, en esas butacas que rozan la incomodidad, rodeado de gente moderna y mayor que va a presenciar una obra maestra de cualquier tipo, he sido muy feliz. Mi mejor experiencia fue revisionando La Dolce Vita (1960) de Fellini, hacía muchísimo tiempo que no la veía y salí pensando que no se hacía buen cine desde que Fellini hizo una película que solo hablaba de fiestas y crisis creativa.
J de Julie & Celine
Jacques Rivette es el visionario del «binge-watching» y del cine como algo que va más allá de nuestra realidad. Estoy totalmente desbocado con Celine y Julie van en barco (1974) quiero algún día volver a ver esta película y sentirme totalmente preparado, porque es tan grandiosa y tan divertida que se aleja de todo lo que había visto antes. Es la cosa más contemporánea y juguetona que veré nunca, es la película que me hace gritar que amo el cine y que me quiero casar con él.
K de Ken Russell
Me vi The Devils (1971) y me pareció una película crítica y provocativa, pero que no iba mucho más allá. Pero cuando vi The Music Lovers (1971) me enamoré totalmente del mundo excesivo de Ken Russell. Una biografía de Chaikovski con tan poca sugestión que se convierte en un relato de la locura musical en medio de la vida y la muerte. Secuencias musicales que se acercan a lo sensorial y a la imaginación del individuo, y se asemejan a un Cantando bajo la lluvia (S. Donen, G. Kelly; 1952) de lo más macabro con esa pasión tan romántica del compositor. Lo mismo sucede con Mahler (1974), pero con un exceso mucho menos interesante.
L de L’Eclisse
Me vi esta obra maestra de Antonioni el día antes de la muerte de Alain Delon. Me prometí este verano hacer un intensivo de Antonioni y lo he conseguido bastante, eso sí, El eclipse (1962) es la que más me tocó. Esos personajes helados personalizados por Monica Vitti y Alain Delon me hicieron reflexionar muchísimo sobre la definición de la pareja, y me abrieron los ojos a ver que todo el cine contemporáneo de autor le debe su vida a Antonioni. Ese final y esa tristeza constante de su ambiente de algo que está para acabar es un sentimiento que no todos los autores podrían retratar en la pantalla.
M de Marcello Mastroianni
Bueno, es el año Varda, pero también es el año Mastroianni. Yo no entiendo la obsesión que he tenido por el actor este verano. La filmoteca le dedicaba una retrospectiva, y yo renunciaba a ver películas de Hitchcock (a quien también le dedicaban una retrospectiva) para ver películas de Mastroianni. Me encanta porque verlo en pantalla a él es sinónimo de pasárselo bien y de disfrutar. Tiene papeles extremadamente icónicos, pero el que más me sorprendió fue el que hizo en Ojos Negros (Nikita Mikhalkov, 1987), interpretación que lleva a Mastroianni hasta las lágrimas (y a su tercera nominación al Oscar), y llevó también (a las lágrimas) al escritor de este artículo.
N de Nohara Shinnosuke (SHIN CHAN)
No todo es cine de autor, no todo es cine para reflexionar; y menos cuando ves Shin-chan: Los adultos contraatacan (Keiichi Hara, 2001). Esta película de Shin-chan es la obra maestra que todo el mundo negará. La profundidad psicológica y filosófica sobre el acto de crecer y de dejar la juventud atrás está totalmente presente en esta película. Lleno de destellos nostálgicos y melancólicos sobre el siglo XXI que haría llorar a cualquiera. ¡Ah!, y no olvidemos los montajes sobre el paso del tiempo del padre de Shin-Chan, Hiroshi Nohara, que nos hunden en una profunda reflexión sobre el recuerdo y el deseo de volver a ser un niño.
O de Oh, Mekas ¡cómo te quiero!
Outtakes from the life of a happy man (2012) es la última película diario de Jonas Mekas. Sus momentos con sus hijos y amigos parecen disiparse en este diario en imágenes, y tienen ganan más protagonismo las flores de Central Park o los animales que lo rodean. Mekas lo filma como si se despidiese del mundo. Cada vez que veo una película del lituano me doy cuenta de la suerte que tenemos de poder ver su cine, ya que no es muy habitual ver diarios de otras personas. Somos afortunados de poder echar un vistazo a su intimidad. Mekas entiende que él solo puede filmar lo que conoce y ama, y es ahí donde irradia su belleza más sincera y emotiva.
P de Paraíso Peckinpah
Sam Peckinpah siempre me pareció un director interesantísimo pero que nunca lo había apreciado en su totalidad. Cuando tenia 13 años vi Perros de paja (1971) y me dejó bastante impactado. Pero hasta hace poco no la pude apreciar por su retrato pesimista de la naturaleza humana y de como subvierte toda expectativa hollywoodiense. El enamoramiento que me produjeron tanto la crepuscular Grupo Salvaje (1969) como el western road-movie decadente Quiero la cabeza de Alfredo García (1974) es inexplicable. Lo que más me fascina de este director, a parte de sus transgresiones, es de como habla de la sociedad norteamericana del momento, y abre un debate ético sobre las representaciones en su cine. Además, te lo pasas tremendamente bien viendo su cine.
Q de ¡Qué divertidas son las comedias italianas!
Tengo una afición total a las comedias italianas. Tienen un humor tan cínico como absurdo que parecen acercarse a la celebración de la vida misma. Películas como Rufufú (1958) de Mario Monicelli como la descabellada La víctima número diez (Elio Petri, 1965) son ejemplos de comedias que he disfrutado muchísimo. Pero la que más disfruté fue Divorcio a la italiana (Pietro Germi, 1961), película protagonizada (otra vez) por Mastroianni, que relata un proceso de infidelidad en la Sicilia de posguerra. Divertidísima, con una critica a las tradiciones italianas y con un uso de la música bellísimo. Cabe decir que el cine italiano tiene las mejores bandas sonoras que cualquier individuo se pueda imaginar. Puro cine auditivo.
R de Reir, llorar, tal vez Samuel
Samuel (2024) es una bendición para los sentimientos, para la empatía y para las entrañas. Una serie animada francesa, con una animación muy «minimal», pero es la pieza audiovisual más humana del año. Émilie Tronche nos adentra en el diario de Samuel, un adolescente viviendo su vida de amistades eternas y amores dubitativos. A través de pequeñas entradas de su diario, malas decisiones, dudas y lloros, Samuel toca al espectador hacia niveles estratosféricos. Es un milagro esta serie/película, hacía tiempo que no veía algo tan sincero y humano como Samuel. Se puede ver de una tirada, y, si se hace con gente a quien quieres alrededor, es aún mejor.
S de Small Flower
Small Flower (2023), de Hong Sang-Soo, es todo su cine y todo lo que está bien en este mundo en 70 segundos. Vedlo por vosotrxs mismxs.
T de Taciturnismo de Tsai Ming Liang
Este verano finalizé mi recorrido de largometrages de Tsai Ming Liang, con Stray Dogs (2012) y Days (2020). Llegué a la conclusión que Tsai es el autor más importante y representativo de nuestra contemporaneidad. Sus películas van muchísimo más allá de lo que tenemos prestablecido como «cine» y quiero pensar que encarna el futuro del cine. Los dos filmes fueron complementadas por el libro de Nick Pinkerton Goodbye, Dragon Inn, que indaga sobre el futuro del cine y sobre el rol de Tsai Ming Liang en todo eso. Por eso quiero pensar que Tsai Ming Liang es la verdadera bendición que nos está dando el cine.
U de Una de Julio
En julio también vi bastante cine, pero la que más me mantuvo enamorado fue Dramma della Gelosia (1970). Comedia romántica escrita y dirigida por Ettore Scola, que nos narra la historia de un triángulo amoroso. Es una película que puede parecer fácil, pero es que me divertí tanto viendo a Mastroianni (sí, otra vez) relacionando la lucha del ploretariado con la lucha amorosa del hombre. Se pasa volando y es un tipo de comedia que, a través de su banda sonora y sus personajes, crea mundos totalmente fuera de lo que estamos acostumbrados a ver. Además, tiene algunos tecnicismos bestiales, donde se rompe la cuarta pared en planos secuencia que son dignos de «envidiar».
V de Voracidad (pecado)
Aquí quería hablar de una película y también hacer una reflexión. Me vi La grande bouffe (1973) de Marco Ferreri, donde unos burgueses comen hasta morirse y, sí, Mastroianni vuelve a aparecer. Es divertidísima y con un humor muy negro, además de ser una película con muy mal gusto y tremendamente desagradable. Me hizo pensar que los cinéfilos de hoy en día somos los burgueses: nos saciamos hasta ahogarnos de cine y nos puede sentar mal, incluso matarnos. Es aquí cuando pensé, a lo mejor deberías ir más despacio viendo películas, y darle tiempo a cada una, sí… Dije, hoy cambiaré. Esa misma noche me vi otra de Hong Sang-Soo. Mañana empiezo la dieta.
W de ¡Wow! Te has visto pocas de Hitchcock
Este verano me di cuenta que había visto pocas obras de Hitchcock. Fue un shock porque dije, te has visto todo tipo de cine y no has visto Con la muerte en los talones (1959) o La ventana indiscreta (1954). Puedes haber visto mucho Antonioni, Sang-Soo o lo que sea, pero no te has visto los clasicazos de este hombre. Tuve una crisis de identidad fuerte, porque tampoco iba a ver muchas de ellas en la filmoteca ya que decidí ir a ver más películas de Mastroianni (¡ayuda!). Aun así, he estado haciendo mis deberes, y una de las dos anteriores mencionadas la vi hacer unos días en la Sala Chomón. Tengo hasta la vuelta el cole para terminar los deberes de verano.
X de X-men
Tema polémico, este verano he reflexionado mucho sobre el estado de las cosas. No me he visto aún Deadpool y Lobezno (tenéis review en este blog), pero se ve bastante claro lo que está pasando. ¿Por qué está en este articulo? No lo sé, hay pocas palabras que empiecen por X. No es sorpresa para nadie que Marvel está desesperado, la incursión de RDJ es escandalosa. Creo que habrá un momento en que a Marvel no le saldrán tan bien las cosas. Pero, eh, que disfruten de los beneficios. Eso sí, que Lobezno haya aparecido en esta película, quiere decir que cuando salga en la siguiente no será emocionante, si todo es nostálgico solo funcionará una vez… A la segunda ya no será nostalgia, sinó una mala película.
Y de Y… ¿Alguna reflexión?
Este artículo como tal ya es una gran reflexion, aún así, me gustaría remarcar algo importante. Ver cine no mata, no matará a nadie. Es importante ver de todo tipo y ir sin prejucios. Hay muchísimo cine, y también hay mucho tiempo para verlo todo. Pero ver obras tan seguidas puede agotar la mente y hacernos no apreciar las cosas como deben ser apreciadas. Al mismo tiempo, cuesta concentrarse en casa para ver una película. Finalmente, hay una constante ansiedad por hacerlo todo durante el verano – yo la he tenido – pero también me he relajado y he aprendido a apreciar lo que hacía en muchos momentos. (Todo esto era una excusa para demostrar mi desarrollo de personaje de este verano)
Z de Zhangké
Pensaba, ya he acabado la filmografia de Tsai Ming Liang, y casi he acabado la de Hong Sang-Soo, ¿qué otro cineasta asiático puedo ver? Hou Hsiao Sien parecía la opción más fácil, pero entonces me encontré con Jia Zhangké y su Platform (2000). No tengo palabras para expresar la monumentalidad de esta película, no tiene nombre. Són casi 3 horas de constantes cambios en el mundo mientras ves a personajes desarrollarse y vínculos romperse. Os juro que estas experiencias fílmicas a mi me pueden. Puedo afirmar que Zhangké ha estado uno de mis descubrimientos de este año y hacía falta mencionarlo en este artículo.
Creo que esto es todo. La verdad he disfrutado mucho escribiendo este artículo como he disfrutado del verano. Espero volver a hacer esto y que no se vuelva una crónica narcisista de mis gustos, aunque lo parezca un poco.