Martes después del estreno y de unas semanas un poco tumultuosas. Mucha nostalgia acumulada, ataques de ansiedad, algunos lloros y ver, como tus sueños se ven truncados y te toca aceptar la realidad. Intentas visualizar tus emociones: qué estarán diciendo en ese momento, cómo intentan manipular la mesa mientras, impotentemente, sin saber cómo hacerlo. Así que mi Tristeza me ha comprado una entrada para Del revés 2 (Kelsey Mann, 2024).
Del revés 2, de la que hablamos en Lo más esperado de 2024, expresa esa sensación con una precisión milimétrica. Las nuevas emociones introducidas podrían parecer una mera jugada a lo Illumination para vender más merchandising, pero todos conocemos a Pixar y, aunque Disney intente meter mano muchas veces, los de la lamparita han sabido crear nuevos personajes que se mimetizan a la perfección.
Las buenas noticias son que esta secuela es lo suficientemente inteligente como para saber dónde y cómo construir sobre la premisa inicial de la maravillosa primera película, pero no se esfuerza por superarla; una maldición que ha derribado a demasiadas segundas partes como para contarlas. Tampoco olvida este próximo capítulo que no solo son emociones antropomorfizadas, sino también el apego emocional, lo que hizo que la película original del gran Pete Docter fuera una experiencia inolvidable, y no solo según los estándares de las películas animadas.
Este nuevo viaje fantástico a la mente de un adolescente podría carecer de la inventiva y el brío del primero. Todos conocemos segundas partes paupérrimas, pero esta vez puedes decirle a tu propio Miedo que se tome la noche libre y deje que Alegría tome el control. Bueno, y a Ansiedad también, aunque la tengas bajo los efectos del clonazepam, como un servidor.
Del revés 2 posee una trama inesperada gracias a un tráiler milimétricamente montado para no desvelarte la verdadera trama y, en el caso del doblaje en su versión castellana, una selección muy decente y, algunas veces, bastante emocionante. La voz de Gemma Cuervo como Nostalgia es muy emotiva para los fans de la ficción española.
Existe una diferencia notable en la animación del “mundo real”, donde los personajes humanos se parecen mucho a los personajes de muchas películas de Pixar, y la mente de Riley, que es aún más colorida, complicada y maravillosa que en la primera película.
Además de todas esas nuevas emociones, tenemos algunos cameos geniales en los recuerdos de Riley, incluyendo a Bloofy, quien era un personaje en el programa de televisión interactivo favorito de Riley cuando era pequeña, y Lance Slashblade, un personaje de videojuego de aventuras. Era una tarea difícil igualar la brillantez de Del Revés, pero la secuela supera el desafío en todos los niveles. El representar un mundo tan pequeño como el cerebro humano, mostrando realmente la magnitud que tiene sobre nosotros y sobre quiénes somos.
Todos nos hemos identificado con Riley alguna vez en nuestras vidas. Muchas veces nos hemos encontrado con dicotomías que creíamos que iban a marcar toda nuestra vida y con las que no nos atrevíamos a dar el paso. Y la película lo muestra al más puro estilo Pixar. Todos nos hacemos mayores, y madurar no implica no sentir nostalgia y que se te remuevan los intestinos, sintiéndote total o parcialmente identificado con las escenas más duras de la película. Para acabar, Alegría nos deja las DOS frases lapidarias de la película: «¿Sabéis lo difícil que es mantener el optimismo?». Y por último, la que más me ha calado: «Quizás esto es lo que pasa cuándo te haces mayor. Sientes menos alegría» (Maybe, this is what happens when you grow up. You feel less joy.)
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