Marzo de 2024 ha sido un muy buen mes para adaptaciones de obras literarias a la pantalla. Después de Dune: Parte Dos y Shogun – ambas satisfaciendo tanto a los fans más ávidos como al público general – llega a Netflix El Problema de los Tres Cuerpos, adaptada a televisión por los creadores de… Esperad, ¿quién ha hecho esta serie? Volvamos a empezar. 

En una de las mayores cagadas de la historia del entretenimiento, David Benioff y D. B. Weiss – showrunners de Juego de Tronos – destrozaron el legado de su propia obra, única en su especie hasta el momento, y defraudaron a su público récord con uno de los finales más odiados de la historia de la televisión. Los motivos exactos del accidente aún no quedan del todo claros. Las autopsias permanecen incompletas, pero el muerto sigue sobre la mesa y la reputación de los showrunners entre el público ha quedado permanentemente coja debido a ello. Sin embargo, la indisputable calidad de las primeras seis temporadas de Juego de Tronos no puede haber sido casualidad – esta gente sabe adaptar una novela para televisión. Fue más o menos cuando las páginas de Martin se les quedaron en blanco que los problemas empezaron a surgir de verdad. Esto tampoco puede ser casualidad y, además, refuerza la noción de que Benioff y Weiss son dos adaptadores de enorme talento, pero necesitan desesperadamente apoyarse en un material sólido para brillar. Ahora, cinco años después, se estrena su oportunidad de redención: El Problema de los 3 Cuerpos, la adaptación de una saga – ¡ya completa! – de Ciencia Ficción con mayúsculas que explora la evolución de la civilización humana al verse cara a cara con una amenaza externa. 

Las novelas originales son densas y repletas de conceptos arraigados en ciencia puntera, lo cual le otorga un caché especial dentro del género. También es una trilogía literaria que prioriza mucho las grandes ideas por encima de los personajes. Ya podéis intuir que los creadores de la serie no tenían una tarea nada fácil por delante, ya que – según ellos mismos han comentado para 3 Body Podcast – el medio literario es el más adecuado para contar esta historia. Aún y así, lo que han conseguido ya con esta primera temporada es bastante admirable. Han elegido tomar, desde mi punto de vista, el camino correcto, es decir, crear una nueva obra basada en los elementos clave que han hecho triunfar a la original, reestructurando al mismo tiempo la trama para satisfacer mejor las necesidades del formato televisivo. Aparecen nuevos personajes, amalgamas de algunos de los protagonistas de los libros, y la línea temporal se ve adecuadamente simplificada. Aún así, esta primera temporada, igual que el primer libro, no es más que un mero planteamiento para una historia más grande y más épica de lo muchos imaginarían. 

En los primeros episodios, asistimos al colapso de la física moderna. Mentes brillantes se suicidan por doquier, dejando tras de si los rastros de una misteriosa cuenta atrás. El inspector Clarence Shi (Benedict Wong) investiga una trama que conecta a cinco prodigios de Oxford, un misterioso juego de VR y una peligrosa organización sectaria que venera a un Señor muy particular. Los enigmas de 3 Body Problem ponen en duda algunas de las ideas fundamentales que sostienen en pie la naturaleza de nuestra realidad, tal y cómo la conocemos. Pero si algo caracteriza a la obra original es que las respuestas a estos enigmas no son nunca tan impresionantes como esperas – son mejores aún. Cixin Liu, su autor, hila en las novelas una cautivadora cadena de incógnitas y revelaciones que atrapa al lector afín hasta las trancas. Esta es, quizá, la mejor baza que Benioff y Weiss, junto a Alexander Woo, tienen para trabajar la narrativa de la serie. Aquí hay material de sobra para cliffhangers bestiales en cada capítulo. 

En ese aspecto, la adaptación no defrauda. Se mueve con mucho ímpetu y decisión entre presentaciones de personaje, conceptos descabellados y secuencias impactantes. Resulta sorprendentemente digerible y ligera, sin por ello sacrificar demasiada sustancia del texto original. Recorta y modifica dónde debe hacerlo, pero al mismo tiempo elabora y amplia los momentos más cinemáticos a favor de la experiencia audiovisual. Además, los personajes son ligeramente más creíbles que los del libro, sin por ello convertirse en el punto fuerte de la serie, ni mucho menos. Esta sigue siendo una historia que brilla por sus conceptos. ¿Cómo se enfrenta la humanidad a un evento de esta índole y magnitud?

Si bien aquí también tenemos a varias facciones humanas enfrentadas a una amenaza exterior que no acaban de entender, 3 Body Problem no es simplemente Juego de Tronos con aliens. Es una historia sobre la especie humana, su futuro y la naturaleza misma de nuestro universo. Estos ocho primeros capítulos son un prometedor comienzo y aunque considero que la serie de Netflix aún no acaba de encontrar el tono perfecto para contar la historia – cosa que Juego de Tronos, por poner un ejemplo al azar, sí que consiguió – esperaré con muchas ganas la temporada dos para, seguramente, devorarla del tirón. En serio, Netflix, basta ya, me estoy haciendo daño. Uno por semana, mejor. 

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