Es complicado hablar de La Mesías, la última serie de Los Javis (Javier Ambrossi y Javier Calvo) para Movsitar+. Por un lado, veo todos sus puntos fuertes: Tiene un elenco impresionante que encarna a los mismos personajes en distintos puntos vitales sin que haya una sola interpretación floja, coge una base real y personal como punto de partida para contar una narrativa universal, tiene personalidad y estilo para parar un tren…
Por otro lado, siento que La Mesías me prometió algo (sí, a mí personalmente) en sus primeros capítulos que no ha terminado de darme al final.
Algo de contexto: de pequeño tenía un interés insano en lo paranormal y lo extraterrestre. Me aterraba la imagen del “alien gris” (tuve un encontronazo con un capítulo de Expediente X a los 3 años), pero me encantaba leer historias “reales” sobre abducciones, OVNIs, criptoanimales… Recuerdo estar en el jardín de mi casa del pueblo, un lugar pequeñito en mitad de la nada, perdiendo la mirada en kilómetros de bosque y fantaseando/asustándome con la cantidad de seres y entes que podían habitarlos.
Imaginad mi sorpresa cuando empecé “la nueva serie de Los Javis sobre Flos Mariae” (que pensé que sería algo ligerito en la línea de Paquita Salas) y despertó con su primer capítulo las mismas sensaciones que había sentido de pequeño. Lo tenía todo: el alien como una presencia que puede estar en cualquier rincón de tu casa cuando eres pequeño, ambientación rural llena de gente rota y solitaria buscando una razón de ser en las estrellas, la persecución de lo paranormal como una especie de fe similar a la religión… Estaba enganchadísimo, al momento me la adjudiqué en la web para dedicarle este texto.
El segundo capítulo de La Mesías revela sus cartas un poco rápido, implicando muy fuerte (la frase “que te abduzcan se siente como una violación” no es especialmente sutil) que la abducción que había sufrido el protagonista en su infancia era en realidad violencia sexual que había reprimido en su memoria. Algo obvio, pero seguía deseando ver que hacían con esta subtrama en el resto de la serie.
En el tercer capítulo no se menciona. En el cuarto tampoco. Ni en ninguno hasta la revelación del capítulo final: efectivamente, no hubo abducción. Uno de los amigos de su madre aprovechó mientras ella dormía tras una noche de drogas para abusar de él. La memoria que atormenta al protagonista no es un alienígena, es la primera vez que su madre lo abandonó a su suerte.
Me encanta la idea de lo extraterrestre como un símbolo del abandono familiar, pero la serie la aparta muy rápido. ¿Funcionan los capítulos que no la incluyen? Como un tiro, es una de las mejores series del año. Pero no puedo evitar lamentar que me prometieron una serie que iba directa a mi top tratando temas que me interesan muchísimo y, al final, me tengo que conformar con una trama apasionante, el mejor casting de cualquier serie española y un estilo visual impecable que abarca desde videoclips horteras hasta el único uso de IA generativa que acepto.
Pero le faltan marcianos, no sé si puedo recomendarla.
Rabieta absolutamente personal aparte, La Mesías es un triunfo del audiovisual español. Me encanta especialmente como ancla los arcos de sus personajes en su relación con la fe sin caer en una romantización de esta ni en una caricaturización plana de los creyentes. Para cuando Montserrat (Ana Rujas, Lola Dueñas, Carmen Machi) comienza la secta alrededor de sus hijas hemos visto exactamente por qué llega a ese punto durante tres capítulos. La odiamos y la serie se asegura de ello, pero también la entendemos. Los Javis incluso se permiten insinuar que el ciclo de abuso y abandono a sus hijos comenzó antes incluso de que naciesen, cuando en la infancia de Montse ella misma sufrió abusos a manos de un amigo de la familia, sin que esta reaccionase.
Esa complejidad y uso de los grises también puede jugar en su contra, con un final para Enric (Bruno Núñez, Biel Rosell, Roger Casamajor) que para mi gusto peca de ser demasiado ambiguo. Dependiendo de a quién le preguntes la serie puede terminar con él de vuelta en una relación autodestructiva con la idea de la madre mesías… o con un feliz momento de redescubrimiento al explorar una religión oriental, algo bastante manido y poco original. Me gustaría ser de los primeros porque me resulta mucho más interesante (y deprimente), pero a falta de un revisionado, soy de los segundos.
Aun así, debo recomendar encarecidamente La Mesías. Los Javis nos han sorprendido con una exploración interesantísima de la fe en todas sus variantes, llena de actuaciones estelares (que hayan encontrado nueve intérpretes perfectos para tres personajes es casi milagroso) y momentos de sacar músculo creativo que vamos a ver imitados durante años. Si el mayor problema que le puedo echar en cara es que le faltan marcianos es porque a esta serie le sobra talento.