Recientemente he visto The Killer o El asesino (depende de la sala a la que vayas) de David Fincher al cine.  Podría haberla visto en casita, puesto que se estrena en Netflix el próximo 10 de noviembre, pero, por suerte, no lo hice. Si la hubiese visto en mi televisión, probablemente, habría perdido el interés fácilmente.

The Killer, es una película que simplemente sucede, que existe; es decir ¿la voy a recordar durante mucho tiempo como otras películas de Fincher? No.  ¿Me entretuve? Sí.  Pero creo que, para ser un metraje de uno de los mejores directores de thriller, en mi opinión, se queda corta.

Resumiendo un poco, en The Killer, Fincherdecide, esta vez, ponernos en el punto de vista de un asesino, en vez de centrar su historia en los detectives o víctimas del suceso. Nos adentra en la psique de un protagonista que reúne todas las características y manías, rozando el cliché, de un antagonista de thriller.

El inicio de la película, en el cual nos presenta a este personaje anónimo a través de un monólogo, es de las cosas más pedantes, pero a la vez más interesantes que tiene el filme. Ya que parece que el director está parodiando un poco el personaje de un asesino de película, reuniendo todas las características y estereotipos propios del género. Un protagonista meticuloso, perfeccionista, rozando el TOC, sin empatía, muy alejado de lo que es la realidad, y fan de los Smiths. Que camina la fina línea entre personaje interesante y aburrido. Que por unos segundos te hace pensar que, si la película va a ser todo el rato así, hubiese sido mejor haber elegido ver El club de la lucha (1999) otra vez.

Por suerte, este estereotipo se rompe cuando el personaje interpretado por Michael Fassbender (Steve Jobs, Malditos bastardos) falla en su misión de asesinar a alguien importante. Cosa que, en su cerebro, no era una opción y se ve obligado a volver a su hogar. Que, por cierto, no podía escribir esta crítica, sin hacer la honorable mención de que su hogar es República Dominica. Spoiler: mi familia es dominicana. Y como no, caemos en el famoso filtro amarillo otorgado a los países de Latinoamérica o del medio oriente. Aun así, me hizo ilusión ver mi país en una película de David Fincher, y que mostraran bastantes partes de la isla.

Continuando con la crítica, nuestro anti-héroe (si se le puede llamar así) regresa a su casa y descubre que la organización, para la que trabaja, ha decidido vengarse por su error y atacar a uno de sus seres queridos. Esto provoca que entre en cólera y se proponga asesinar a todos los involucrados.

Una trama muy básica, que ya hemos visto y leído miles de veces, la única diferencia es que ahora, el que usualmente sería antagonista es el protagonista. Y aunque Fincher le dé su toque personal y de este giro de guion poco innovador. Sabe a poco. ¡Dame un poco más señor David! Me esperaba más de un director de su calibre, teniendo la filmografía que tiene detrás, y siendo un experto del thriller.

Hasta cierto punto, y vuelvo a recuperar lo que he dicho anteriormente, parece que parodie o intente reproducir todas las manías que tiene el género. Porque, aun siendo un género que disfruto mucho, tiende a hacerse muy repetitivo y predecible. Y es que en este film hay un poco de todo dentro del cliché: una organización, gadgets interesantes (en esta ocasión proporcionados por Amazon) identidades falsas, diversas localizaciones, planes elaborados, villanos muy muy muy malos porque sí, un cuerpo de policía bastante inútil, maneras de asesinar interesantes y los Smiths.

Aunque ahora mismo este criticando el guion, cabe comentar que el metraje me mantuvo al borde de mi asiento en unos cuantos momentos, y consiguió que empatizara un poco con un personaje, con el que normalmente no lo haría. Ya que este no intenta ser ni simpático ni divertido y el director no pretende proporcionarle un arco de redención. Pero acabamos comprendiendo por qué hace lo que hace, porque el mayor daño no le sucede a él, sino a uno su pareja, que es una civil inocente y por eso entendemos sus motivos. También, en parte, esto es debido a la gran actuación de Fassbender, que creo que es de las mejores decisiones de casting que ha hecho la película juntamente con la de Tilda Swinton, estos dos actores proporcionan un punto de vista interesante a personajes detestables que usualmente generarían sólo antipatía.

Algo que también vale la pena comentar, es el uso de las nuevas tecnologías, las cuales el asesino usa a su favor. Porque en vez de montar un elaborado plan para conseguir saber que significan unas siglas, simplemente el asesino lo busca en Google. O, por ejemplo, los gadgets que a todo el mundo le gustan, que normalmente son proporcionados por algún técnico de la organización, esta vez, son enviados por Amazon. El film deja patente que, en pleno siglo XXI, la figura de asesino, detective o personaje de thriller que cuelga fotos en su casa y los une con un hilo rojo, está muy obsoleta cuando se puede saber de todo con un solo click.

Para terminar mi primera crítica, creo que The Killer es una película que va a pasar por cines y por nuestras casas sin pena ni gloria. Seguramente se le otorgue algún que otro premio a la parte técnica o por el renombre que tiene Fincher. Pero no es innovadora, no aporta mucho al género y tiene una trama que ya hemos visto. Dicho esto, yo me lo pase muy bien, me mantuvo al borde del asiento en bastantes ocasiones, y, aunque se contradiga un poco a lo que he dicho en este texto, es una película interesante y entretenida, y que seguramente mucha gente disfrutará.

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