Kinépolis Splau. 20:20h de la noche. Entre anuncios de monólogos charcosos y tráilers de películas que no me molestaré en ver (menos la de PTA, tremenda pinta), me hallo rezando al espíritu de Leslie Nielsen para salir llorando de risa, y no de pena. Y preparado para maldecir a Akiva Schaffer en caso de que sea necesario. Esta secuela de la mítica trilogía de los ZAZ (el trío formado por Jim Abrams y los hermanos Zucker) daba miedo desde sus orígenes. Me acuerdo ver noticias en 2015 sobre que Ed Helms iba a tomar las riendas de una nueva versión de Agárralo como puedas como Frank Drebin. En The Office y alguna comedia más, Ed Helms destacaba como actor de comedia, aunque no me apasionara. Pasaron los años y no se volvió a saber nada.
Hasta el verano pasado. Liam Neeson protagonizando junto a Pamela Anderson el filme de Paramount dirigido por Akiva Schaffer, una de las mentes pensantes de otro mítico trío cómico, The Lonely Island. El nombre de Seth MacFarlane daba un poco de miedo, sus largometrajes no me fascinaron nunca y me daba miedo que quisiera «pasarse de la raya» porque sí (véase Padre de familia). Y llegó el tráiler. Y, entonces, llegó la ilusión. Dos minutazos de comedia absurda destilada. Esperando como agua de mayo ese 1 de agosto que, en España, se convirtió en 22 de agosto. Y ese 22 de agosto me pilló fuera de Barcelona y, para mí, ese 22 se convirtió en el 9 de septiembre.
Y nos vamos al titular, que ya he dado suficientemente la brasa. Aunque no haya pasado el visto bueno de los hermanos Zucker (que no han querido saber absolutamente nada) y sintiendo la pérdida de Jim Abrahams, Agárralo como puedas (2025) es todo lo que podíamos desear. Y hasta mejor de lo que nunca hubiéramos soñado.

No hay nada más difícil que hacer comedia, y menos aún hacer comedia de la buena. Agárralo como puedas demuestra que Akiva Schaffer no solo entiende el legado que tiene entre manos, sino que sabe expandirlo sin traicionarlo. Frank Drebin Jr. no es una copia carbón de su padre, es su propia versión de la incompetencia policial elevada a arte. Neeson, que lleva una década vengándose de medio mundo en thrillers cada vez más absurdos, encuentra aquí su papel más natural: el de un tipo que se toma en serio cosas que no tienen ni pies ni cabeza.
La película funciona porque no intenta actualizarse a la fuerza. No hay referencias forzadas a TikTok ni chistes sobre influencers que caducarían en seis meses. Schaffer ha entendido que el humor de Agárralo como puedas es atemporal porque se basa en lo más básico: la estupidez humana llevada al extremo. Los gags físicos están medidos al milímetro, el timing es perfecto, y por primera vez en años he visto una sala de cine explotar en carcajadas colectivas. Esas que hacen que te olvides de que las salas están muriendo.
Pamela Anderson está espectacular. Su interpretación es un ejercicio de comedia física que recuerda por qué fue una estrella antes de convertirse en meme. La química entre ella y Neeson funciona porque ninguno de los dos intenta demostrar que son actores serios haciendo comedia. Simplemente, se dejan llevar por el absurdo con la dignidad de quien sabe que está en buenas manos.

El guion de Dan Gregor, Doug Mand y Akiva Schaffer entrega una historia que respeta tanto la tradición como la inteligencia del espectador. Gregor y Mand, veteranos de Cómo conocí a vuestra madre y Crazy Ex-Girlfriend, saben cómo construir gags que funcionen tanto por separado como dentro de una estructura narrativa sólida. Schaffer, la mente creativa detrás de algunos de los mejores sketches de Saturday Night Live y The Lonely Island, aporta ese timing milimétrico que caracteriza a la mejor comedia televisiva. Cada chiste está donde tiene que estar, cada gag tiene su momento, y cuando llega el clímax final (porque por supuesto que todo acaba en el lugar más absurdo posible), te das cuenta de que has visto la mejor comedia en años. Una que no te pide perdón por hacerte reír, que no se avergüenza de sus propios chistes, y que entiende que a veces lo único que necesitamos es desconectar el cerebro y dejarnos llevar por la risa más tonta y liberadora. No esperaba menos del trío que nos regaló la siempre reivindicable Chip y Chop: Los guardianes rescatadores (2022).
Agárralo como puedas no solo honra el legado de Nielsen y los ZAZ. Es la película que demuestra que la comedia no está muerta, solo estaba esperando a que alguien tuviera el valor de hacerla como se debe. Y Schaffer lo ha tenido, vaya si lo ha tenido.

